jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Soñamos o qué?


Una francesita de lo más peculiar dijo un día que estos tiempos que corren eran malos para los soñadores. ¿Qué hago entonces? Me paso el día soñando que estoy en un sueño que me lleva a otro, y éste a otro y así hasta el fin de los sueños (todo el mundo sabe que no hay fin para estos ladrones de 6 letras).

Élla es de hablar mucho pero de explicar poco. Lo habla todo y con todos sin importar el tema y si conoce a la persona o no. Lo que me hace más gracia es que élla no para nunca de soñar y encima tiene la suerte de que se le hacen realidad. ¿Pero en qué quedamos? ¿Son malos tiempos o no? ¿O son malos tiempos para todos menos para ella?

¿Hola?, ¿salut?. Nada, ni una respuesta. Pues que quieres que te diga. Yo no voy a dejar de soñar nunca. Los soñadores no estamos en peligro de extinción ni mucho menos. Los que están en extinción son los que ya no comparten esos sueños con nadie. Ni siquiera con ellos mismos.

¿Quiéres saber cuáles son mis sueños?

Gafas De Luna

Tierras lejanas de oriente,
únicas sin paladar.
Estados de mente vacíos,
recuerdos sin recordar.

Esencias que no se respiran,
silencios por comprender,
miradas que no son vistas,
intentos sin resolver.

Murallas que me atraviesan,
aires que me detienen.
Ramos de pétalos grises,
avisos que ya no vienen.

Valores de quien no sabe,
incrustar en tu mirada,
lobos de mar y fuego,
latiendo por tu morada.

Arena que roza esa piel, viento que sopla débil.

Qui..ZÁS



Tiempos de sonrisas y alivios,
únicos en su nuevo ser.
Estancias de paz y lágrimas,
rodeando mi nido.

Es como esa nube que no para de cambiar,
siempre de sol a sol.
Miles de sombras mueren,
inyectadas por compasión.

Maldigo los rayos que nunca podrán sonar,
a pesar de su eco.
Rompe las olas fuerte,
asediando con tu mirada.

Voces paradas al verte,
indagando por tus secretos.
Lluvia de amargo sabor,
luna de media cara.

Arena que roza esa piel, viento que sopla débil.


Tiempos de odio y pasión,
únicos como el amor,
esa semilla dulce,
rocosa como el temblor.

Épica lucha de muerte y vida,
sin su último aliento.
Mañanas de niebla y espejos,
imaginando tu silueta, vacía por dentro.

Momentos que sin quererlo,
antes de lo pensado,
rancios de su deseo,
añoran volver a esconderse.

Volcanes vacíos de fuego,
inundados de verdes pasiones.
Levanta ya de este suelo,
levanta ya de esta herida.


Arena que roza esa piel, viento que sopla débil